De la costa a la capital: los tres destinos de entrada de Costa Rica
Guanacaste
Ideal para: viajeros activos
Si pensabas que Costa Rica era salvaje, espera a llegar a Guanacaste, una provincia espectacularmente biodiversa en el noroeste del país. Aquí, los volcanes de la Cordillera de Guanacaste burbujean sobre manantiales geotérmicos que dan paso a vastas praderas de sabana, bosques nubosos cubiertos de niebla y bosques secos tropicales.
Hay una dura competencia, en cuanto a la playa, pero pocas playas son más increíblemente hermosas que la blanca y helada Playa Conchal, que está formada por millones de conchas marinas trituradas. Nade, practique esnórquel y navegue en balsa durante el día y observe las estrellas por la noche o únase a un tour nocturno de observación de tortugas.
A solo un tiro de piedra de la costa, puede acercarse de manera emocionante a la vida silvestre en algunos de los parques nacionales más grandes de Costa Rica, como Palo Verde, salpicado de lagunas, donde los recorridos en bote y los senderos lo acercan a espátulas rosadas y garzas de patas largas. . El parque también es hogar de coyotes, jaguares y monos aulladores. ¿Quieren más? Diriá es una delicia con una cascada, pozos para nadar y vida silvestre, coatíes, osos hormigueros y mariposas morfo azul eléctrico.
No te pierdas: Rebosante de vida silvestre, el Parque Nacional Santa Rosa yuxtapone uno de los bosques secos tropicales más grandes del mundo con playas vírgenes y desiertas donde anidan las tortugas marinas.
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