Por que es fácil perderse en Costa Rica
“PAGEOPLE REFERIR que tienda de la esquina, bar, madera – ¡incluso madera! “, grita el cartero Rolando Granja Enríquez. La ubicación de un servicio público bien desarrollado en Costa Rica es confusa. Casi todo el mundo usa lugares, distancias y direcciones de brújula vagos en lugar de nombres de calles y códigos postales: 200 metros al oeste de esos bares de jugos, etc. 100 metros al norte de la valla, los puntos de referencia que a veces se utilizan como puntos de referencia han desaparecido, dice Enríquez.
Este método arcaico puede ser encantador y estar impregnado de historia local; de hecho, existe un sistema similar en la vecina Nicaragua. Pero tiene altos costos financieros, dice Geovanny Campos, gerente de logística del servicio postal en Correos de Costa Rica. Cuánto se desconoce: el último estudio, hace más de una década, estimó una tarifa anual de $ 720 millones.
La falta de direcciones claras impide la entrega fluida no solo de cartas, sino también de otros servicios públicos y privados. Por ejemplo, la policía puede tardar en responder a las solicitudes de ayuda si no pueden encontrar a la persona que llama. La entrega de alimentos tarda más, lo que resulta en tibios cifrado (carne de cerdo y frijoles). El año pasado ha sido particularmente incómodo ya que muchos ticos (como se conoce a los ciudadanos costarricenses) se han quedado en casa y han pedido productos en línea.
En 2002, la oficina de correos presentó un plan para nombrar las calles, que se convirtió en un decreto del gobierno en 2005. Desde entonces, solo el 30% de los 82 municipios de Costa Rica han trabajado con la oficina de correos para nombrar las calles. En general, la iniciativa ha sido un fracaso, admite Campos. Otras instituciones no parecen estar muy interesadas en el cambio. Incluso en las ciudades donde hay varias calles y casas, los lugareños utilizan con demasiada frecuencia la antigua forma de determinar los lugares.
A pesar de esto, el sistema postal costarricense es bastante eficiente. Solo una de las 20 cartas se devolverá al remitente porque no se puede entregar. Muchas empresas que no envían a México, que tiene un sistema de información de direcciones adecuado pero costumbres engorrosas, envían a Costa Rica. Esto se debe a veteranos, como el señor Enríquez, que pasan años en el mismo barrio y lo conocen a él y a sus habitantes. Pero, ¿qué pasa cuando el señor Enríquez y sus colegas se jubilan?
Este artículo apareció en la sección América de la revista impresa bajo el título “Fuera de la red”.
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