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Upala, Costa Rica facilita el camino a inmigrantes nicaragüenses

El gobierno local de este cantón ha invertido en educación y legalización de la población inmigrante. Los inmigrantes nicaragüenses agradecen la oportunidad de mejorar su calidad de vida.

HAVANA TIMES – Upala es mi cantón rural [a political division similar to a county] En el norte de Costa Rica, en la frontera con Nicaragua. Es parte de la provincia de Alajuela y fue fundada por inmigrantes nicaragüenses a fines del siglo XIX.el siglo. Hoy cuenta con casi 45.000 ciudadanos de diferentes nacionalidades, y aún llega a la región una gran cantidad de nuevos inmigrantes nicaragüenses.

La inmigración ha definido en gran medida la estructura demográfica de Upala y es bienvenida por los residentes del área. “La vida cotidiana de las comunidades transfronterizas no está definida por una línea divisoria en un mapa; por el contrario, ambas nacionalidades conviven y comparten su producción, alimentación, eventos deportivos y comercio. Estas necesidades los han unido desde que se fundó su comunidad”, dice Alejandro Ubau, coordinador de la organización. Unidad de Gestión Socioeducativa [United Socio-educational Management] o UGSE, una organización con sede en Upala.

Los padres de Ubau son nicaragüenses y su familia fue una de las fundadoras del cantón. Se desempeñó como alcalde de Upala de 2011 a 2016 y ahora, a través de la UGSE, lidera proyectos para involucrar y educar a la población inmigrante. “Un inmigrante que ingresa a una situación social debe integrarse a la comunidad y comprender sus derechos. Nosotros en las instituciones del Estado estamos para responder positivamente a estos derechos”.

Desde una perspectiva de derechos humanos, el gobierno local desarrolló políticas para abordar la inmigración y brindar respuestas a esta población a menudo marginada y socialmente excluida. El gobierno se ha coordinado con varias instituciones y organizaciones para redactar esta respuesta.

Por ejemplo, la UGSE comenzó a cooperar con la Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica con la asistencia técnica de Unicef ​​y el Centro de Derechos Sociales de los Migrantes. Su objetivo era apoyar a las mujeres inmigrantes en su proceso de legalización; cerca de 200 mujeres participaron en el proyecto recién terminado.

Además, para apoyar la inclusión de la población inmigrante, han impulsado proyectos educativos en el cantón, como el programa “Carreras Itinerantes” que ofrece la Universidad Nacional. “Las facultades de la universidad estarán ofreciendo clases en la biblioteca de la ciudad para que los estudiantes no tengan que viajar fuera de Upala”, explica Ubau.

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Legalización de la condición de inmigrantes

“Vine a Costa Rica ilegalmente y estoy aquí sin papeles”, comentó Angélica Carmona. Llegó a Upala desde Rivas, Nicaragua hace 16 años. Aquí formó una familia con otro nicaragüense y ahora tiene una hija de dos años.

Carmona fue una de las 192 mujeres involucradas en un proyecto de legalización de la inmigración. Actualmente está esperando una respuesta a su solicitud.

“Todas las mujeres [in the project] son nicaragüenses, la mayoría de los cuales tienen hijos costarricenses. Han vivido la mayor parte del tiempo en Upala, pero por cuestiones económicas o por falta de información nunca dejaron papel migratorio”, dice Johanna Murillo, representante de la municipalidad de la UGSE.

Angélica Carmona, de 32 años, es una inmigrante nicaragüense. Foto: Katherine Estrada Téllez

El proyecto incluía acompañar y asesorar a las mujeres inmigrantes en su proceso de solicitud, así como cubrir los gastos de trámites. “Tuvimos una reunión con las mujeres en la biblioteca y les ofrecimos comida a ellas y a sus hijos, ya que la mayoría venía de lejos. Les tomamos las huellas digitales, los ayudamos a completar solicitudes y organizamos transferencias bancarias para ellos ”, dice Ubau.

El equipo también brindó a las mujeres toda la información y capacitación que necesitaban para comprender el proceso, saber qué debían hacer y conocer las fechas de vencimiento de sus tarjetas de residencia.

“Me ha sido de gran ayuda porque ahora, en la situación en la que estamos, es muy difícil pensar en papeles. Quiero aprovechar esta oportunidad para tener mejores opciones laborales”, comentó Angélica Carmona. Solo ha realizado trabajos informales en la zona que no le dan un ingreso estable.

Aunque el proyecto era solo para mujeres, parte del personal de la Biblioteca de Upala ha recibido capacitación de la Agencia Costarricense de Migración y ahora puede ayudar a cualquier población con sus trámites migratorios.

Eliseo Mairena es de Nicaragua Nueva Guinea En la Región Autónoma del Caribe Sur. Se mudó a Upala hace más de 20 años y luego se casó con un nativo de Costa Rica. Tienen un hijo de cuatro años.

Lleva más de dos años tratando de obtener su cédula de identidad costarricense, pero el proceso quedó desatendido cuando la Dirección de Migración y Extranjería de Costa Rica suspendió su trabajo durante casi ocho meses debido a la crisis de salud pública provocada por el COVID-19. Además, Mairena tuvo dificultades para cumplir con ciertos requisitos. Decidió visitar la biblioteca en busca de ayuda.

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“Me ayudaron a llenar la solicitud correctamente, me explicaron los depósitos bancarios que tenía que hacer y cuántas copias de mi pasaporte necesitaba sacar”, dice. Está entusiasmado con la oportunidad de tener este documento que lo haría sentir más seguro en el país y le brindaría mejores oportunidades laborales. “Hace 22 años que vivo aquí y esto me da mejores oportunidades laborales”, señaló.

Eliseo Mairena de la Biblioteca Municipal de Upala busca ayuda para solicitar la legalización de su estatus migratorio. Foto: Katherine Estrada Téllez

“Es emocionante decir que voy a obtener mi identificación porque nunca pensé que podría lograrlo. Las cosas que necesitaba para mi hija siempre salían primero, pero esto lo cambia todo. Tengo la oportunidad de pensar en un futuro mejor para mi hijo”, dice Angélica Carmona.

Carreras itinerantes

Otra forma de promover la integración de la población inmigrante es a través de proyectos educativos como el programa “Carreras Itinerantes” que ofrece la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) en Upala. “UGSE impulsó un convenio que combina la misión declarada de la universidad con la orientación de derechos humanos imperante en la región. Ahora la universidad viene aquí a dar clases”, dice Ubau.

UNA describe el programa “Carreras Itinerantes” como respuesta a una preparación académica especial en zonas remotas entre una población que históricamente ha permanecido marginada, vulnerable y socialmente desfavorecida. Estas circunstancias han afectado sus derechos humanos.

Este proyecto, que comenzó en 2018, ha beneficiado a más de 400 estudiantes de zonas rurales. Doscientos noventa de ellos se encuentran en las zonas de Upala, Guatato y los Chiles, los cuales están matriculados en las áreas de educación rural, gestión de turismo sustentable e informática.

Tania Rodríguez es una estudiante nicaragüense que estudia tecnología informática a través de este proyecto. Tiene 31 años y se matriculó en la educación superior por primera vez. “Por la movilidad y la situación económica, no había podido ir a la universidad”, admite. Ahora tiene una beca especial con la que la universidad paga la guardería de su hijo para que pueda asistir a clases.

Tania Rodríguez está probando el equipo de cómputo que ha adquirido a través de la UGSE de Upala. Foto: Katherine Estrada Téllez.

Los profesores de la UNA imparten clases en la biblioteca municipal una vez al mes de manera coordinada. El interés de la población por estudiar es claro: “Este año tuvimos más de 200 solicitudes de estudiantes de Upala, pero solo recibimos 75”, dice Ubau.

Agregó que ofrecen servicios integrales, por lo que nada detiene a los participantes que tienen garantizada comida, transporte y computadoras.

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“Elegir esta carrera me da esperanza y confianza de que las cosas mejorarán para mí”, comentó Tania Rodríguez.

Upala fue la primera zona donde se implementó el proyecto “Carreras Itinerantes”, pero actualmente la UNA se encuentra consolidando su posición en las regiones Brunca, Huetar Atlántico y Pacífico Central de Costa Rica.

“Queremos que los jóvenes tengan la oportunidad de estudiar, por eso estamos brindando instalaciones donde puedan prepararse para postularse a la universidad”, dice Ubau, refiriéndose a las tutorías gratuitas que ofrecen en la biblioteca para que los estudiantes terminen la escuela secundaria. y tienes las herramientas para los exámenes de acceso a la universidad.

Sobeyda López viene de una comunidad fuera de la ciudad de Upala para enseñar matemáticas. El menor de sus tres hijos vendrá con él. López es un nicaragüense que llegó a Upala cuando tenía siete años. Ahora tiene 34 años. “Ha sido difícil para mí obtener un título universitario, pero aprovecho esta oportunidad para tener la esperanza de completar este curso y luego obtener un título universitario. Estoy luchando por ello y sé que lo conseguiré”, confirma.

Sobeyda López con su hijo menor. Foto: Katherine Estrada Téllez

Las clases de español, estudios sociales y matemáticas se ofrecen los martes y jueves por la mañana, con alrededor de 20 estudiantes en cada clase. Las universidades estatales costarricenses también cuentan con cursos preparatorios para los exámenes de ingreso.

El gobierno local de Upala se enfoca en los derechos humanos y el desarrollo comunitario. Espera que estos proyectos de formación e integración de la comunidad inmigrante puedan ser replicados en otros lugares.

“El hecho de que tengo algo aquí a lo que regresar, la oportunidad de ser parte de este país y la oportunidad de encontrar un mejor trabajo y garantizarle a mi niña un mejor futuro me hace muy feliz. Si Dios quiere, sacaré mi cédula costarricense”, concluye Angélica Carmona.

Sobeyda López describe este mismo sentido de la oportunidad. Confía en que el plan de estudios la ayudará finalmente a aprobar la clase que le ha impedido obtener un diploma de escuela secundaria y postularse para una carrera más adelante. “Sé que vendré a la biblioteca el próximo año a estudiar para mi gira universitaria. Sé que esta oportunidad y mis propios esfuerzos darán sus frutos”.

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Eutropio Arenas

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