¿Cómo afrontar el proceso de jubilación?
Jubilación es una condición de empleo por sistemas de producción. Se define como la jubilación de un empleado activo de su puesto de trabajo. Sin embargo, al reorganizar sus operaciones, un empleado requiere voluntad y adaptabilidad para aceptar la jubilación porque afecta su privacidad.
En esta época de cambio de funciones, hay quienes quieren seguir trabajando intensamente, quienes quieren dejar sus actividades, y quienes pretenden seguir desempeñando otras funciones o tareas.
Juana Patlán, experta en psicología académica y organizacional Facultad de Psicología UNAM, el proceso de jubilación comienza antes o durante la fase de jubilación, continúa con la fase de toma de decisiones y finaliza con la fase de ajuste.
En la jubilación anticipada, una persona necesita articular las expectativas y motivaciones que la llevarán a tomar la decisión de dejar el trabajo. También debe determinar sus metas y planes para el futuro. Es una fase de construcción gradual.
“El proceso de jubilación no es el mismo para todas las personas porque todos tenemos diferentes características, historias personales y diferentes experiencias laborales. Esta fase genera expectativas que hacen que el objeto planifique y visualice su futuro ”, dice Patlán.
En la etapa de toma de decisiones, la persona aprecia los elementos positivos de la jubilación. Aunque puedes conseguir un salario menor.
“También hay que considerar las tareas laborales negativas y extra. Es un momento de toma de decisiones para planificar cuándo comenzará oficialmente el proceso de jubilación en el lugar de trabajo ”, dice el académico de la universidad.
En la fase de ajuste, cuando una persona adquiere un estado de jubilación y sus actividades cambian, una persona puede sufrir ansiedad y depresión a menos que haya hecho un buen plan y esté completamente convencido de la jubilación. Por lo tanto, debe diseñar un programa de actividades atractivas para su vida futura.
“Lo mejor es que la fase de ajuste conduce a una cierta estabilidad y bienestar personal del individuo con una buena calidad de vida. De lo contrario, experimentará ansiedad, depresión, frustración y / o insatisfacción”, dice Patlán.
Según algunos autores, esta etapa se conoce como la “luna de miel” porque la actividad es mínima y menos fatigante, pero es inevitable que se produzca cierta confusión y en ocasiones incluso un estado depresivo.
“En la fase de adaptación, una persona pasa por un proceso de reorientación hasta que desarrolla un nuevo estilo de vida que le brinda satisfacción, bienestar y estabilidad”.
Pérdidas
La jubilación significa perder el estatus que le otorga el puesto, el espacio de trabajo y la red social establecida en él. Asimismo, puede suponer una pérdida de ingresos que afecte al entorno familiar y, al mismo tiempo, la llegada de personas mayores con enfermedades como la diabetes y la hipertensión.
“Todo esto se combina para que una persona sienta frustración y ansiedad no solo por su futuro sino también laboral y financiero, sino también personal. No podemos ignorar esa parte negativa. Se presentará ”, asegura el académico de la universidad.
Así, cuando una persona jubilada atraviesa un proceso como el duelo porque se encuentra en una pérdida (de su trabajo actual, el puesto que se le otorga, su red económica, social …), debe buscar información, orientación y apoyo profesional para evitar en un papel pasivo, y más aún si la jubilación es forzada.
Ayuda psicologica
Una persona jubilada que ha experimentado depresión necesita fortalecer su autoestima, recuperar la confianza en sí misma y desarrollar recursos personales para poder afrontar el proceso de jubilación.
“Tienes que reconocer que aún puedes realizar una amplia gama de actividades. En este sentido, la ayuda psicológica profesional puede brindar un gran apoyo para la reorganización de tus pensamientos ”, dice Patlán.
Con esta ayuda, obtendrá más recursos personales y podrá implementar esa reorganización cognitiva que le permitirá planificar estrategias de afrontamiento, crear actitudes, sentimientos y pensamientos positivos, y fortalecer su identidad a lo largo de su vida.
“Si planifica un buen plan de jubilación, tiene un plan de vida que incluye actividades y metas que se pueden lograr en el futuro. Sin embargo, también es necesario adaptarse a un nuevo rol y un nuevo contexto. Por ejemplo, una persona jubilada tiene que adaptarse tanto a un nuevo salario como a una familia; y la familia también debe adaptarse tanto al nuevo salario del pensionista como a sí mismo. “
De las cosas que pueden ayudar en este proceso de ajuste, se distingue la teoría de la actividad, que muestra que la mejor forma de adaptarse a una nueva situación es mantener un nivel adecuado de actividad para compensar las pérdidas experimentadas.
“Finalmente, llegado el momento, un individuo debe realizar una jubilación en base a una valoración de su situación personal, familiar y social. Lo ideal, insisto, es planificar actividades que le quiten tiempo como jubilado”, concluye la investigadora de la Universidad Nacional.
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